En el marco del convenio firmado entre la Universidad de San Martín de Porres y la Fundación José Ortega y Gasset-Gregorio Marañón- Instituto Universitario de Investigación Ortega – Marañón, se realizó, el 06 de junio, la conferencia magistral del Dr. Joseba Barroeta Urquiza, médico y economista español, y exdirector del Hospital General Universitario Gregorio Marañón (Madrid), en la Facultad de Medicina Humana de la USMP, titulada “Gobernanza en organizaciones complejas: los hospitales”.
Al empezar la actividad, Ubillús remarcó la presencia del visitante, quien compartió su experiencia “en la gestión de la pandemia en el Hospital Gregorio Marañón, uno de los más importantes de Europa”.
Racionalidad y sensibilidad
Al hacer hizo uso de la palabra, el Dr. Barroeta agradeció a la Universidad, por la oportunidad de estar en el Perú y poder contar sus experiencias.
“Llevo 40 años en el ejercicio de la medicina y 35 años en la toma de decisiones de organizaciones complejas. Dicen que la organización más compleja que existe es el sistema sanitario, tanto en atención primaria como en la atención hospitalaria, y por ello es necesario contar con profesionales muy bien formados en todos los aspectos”, refirió.
Señaló que la gestión y las decisiones que se realizan en un hospital generan un alto impacto en el sistema de salud, por esa razón se tiene que ser racional y sensible, buscando lo mejor para el paciente.
“El hospital tiene una gran experiencia en el tratamiento de enfermedades infecciosas y se ha enfrentado a múltiples epidemias, por ello está especialmente entrenado cuando surgen pandemias. Hemos tenido Tifus y con respecto a la atención al sida, fue el hospital que más pacientes atendió en Europa, porque se concentraron casos y conocimientos para aprender del VIH”.
Con respecto a la crisis de Covid-19, recordó que, a fines de diciembre de 2019, ya se tenía la información de que en China habían aparecido casos de pacientes con enfermedades respiratorias con una alta mortalidad.
“Pensábamos-añadió- que se iba a quedar ahí, pero en enero nos informaron que en el norte de Italia aparecieron casos. Posteriormente, el sistema de la organización de registro de la Organización Mundial de la Salud reveló que la enfermedad había salido de Asia y que estuviéramos preparados porque se iba a producir una situación posiblemente pandémica”.
Barroeta recordó que el 3 de marzo aparece el primer caso en España, y 28 días después, de las 1252 camas del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, 1064 estaban ocupadas por pacientes con COVID-19, en un estado crítico.
Liderazgo transversal
El Dr. Barroeta reveló que a lo largo de la pandemia enfrentaron 7 curvas epidémicas diferentes. “La primera fue la más crítica. Era director del hospital y los que me rodeaban eran responsables de los servicios, entonces conformamos de inmediato, una comisión de crisis”, comentó.
Explicó que se realizó una estrategia descentralizada en el hospital. Él como director, coordinaba con un equipo, pero los demás tenían sus funciones bien definidas, aplicándose un liderazgo transversal.
“Se crearon equipos multiespecialidades, liderados siempre por un infectólogo y un internista, pero los demás especialistas médicos se ponían bajo la dirección del que más sabía para poder ayudar. Se solicitó a toda la plantilla del hospital que ayuden, es así como los rehabilitadores se hicieron médicos, los anestesistas intensivistas, es decir, se transformó la realidad del hospital”, señaló.
Indicó además que viajó dos veces al sur este asiático para intentar que los hospitales de Madrid no se quedaran desabastecidos de productos de prevención necesarios como respiradores, mascarillas, batas para impermeabilizarse, entre otros.
Gestión y alternativas
El académico resaltó la importancia de la gestión. “En la primera ola, sobre todo, no llegamos a colapsar por las decisiones que tomamos, es decir, al alto gestor se le ocurre, que, al haberse llenado el hospital, se pudiese usar el Gran Hotel de Madrid. Se nos permitió utilizar el Gran Hotel y en 48 horas lo hicimos”.
Por otra parte, indicó que tuvieron un gran problema, que era la falta de médicos y enfermeros, porque algunos se enfermaban o morían, por lo cual se realizó un proceso de sustitución. Es decir, por ejemplo, los estudiantes de enfermería del último año fueron autorizados y acreditados, por el Ministerio de Sanidad y el Hospital, para poder ejercer.
“También tuvimos la necesidad de impulsar la Telemedicina. De tal manera que, durante estos 3 años, los pacientes que estaban en su domicilio recibían la llamada del médico tratante para hacer un seguimiento. Además, se desarrolló la tele farmacia, donde hasta los taxistas participaron para que los pacientes no tuvieran que desplazarse al hospital para recibir su medicación. Fue muy importante la búsqueda de las alternativas”.
Lecciones de la crisis
Barroeta destacó que la declaración del fin de la emergencia de salud pública global por la COVID-19 fue un alivio, y afirmó que se aprendió de la experiencia, para que en un futuro se pueda estar más preparado y dar una respuesta a una alerta de esas características.
En ese sentido, recalcó que en estos casos se requiere mayor coordinación entre equipos, prestar más atención a los grupos vulnerables como los ancianos (visitarlos), privilegiar la atención primaria, al tiempo de fortalecer el trabajo de laboratorio en áreas como microbiología clínica, emplear las TICs, y fortalecer los equipos (como el de enfermería, por ejemplo).
“Nuestra labor tiene que seguir siendo de alta calidad asistencial, siempre pensando que trabajar en equipo y con un criterio de continuidad es vital para resolver los grandes problemas de la sanidad. Hay que emplear adecuadamente la tecnología, pero siempre trabajar estableciendo alianzas, y utilizando los recursos que tiene la sociedad”, concluyó.
La Molina, agosto de 2023.
ÁREA DE DIFUSIÓN
Oficina de Extensión y Proyección Universitaria
Facultad de Medicina Humana – USMP
Fuente: Oficina de Relaciones Públicas
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